El ciclismo profesional, así como el amateur, ha ganado muchos adeptos y fanáticos en el último tiempo. Tanto las prácticas deportivas personales como las competencias oficiales se llenan de participantes y espectadores. Sin embargo, como la competición profesional significa mayores distancias, mejor preparación y más riesgo, también necesita de mejores apoyos y estrategias.
En primera instancia, el ciclista profesional debe encontrarse en óptimas condiciones físicas y cognitivas para enfrentar el reto. En segundo lugar, debe contar con una bicicleta profesional ajustada y revisada con antelación por mecánicos o profesionales competentes. Estos deben revisar el estado de las llantas, la cadena, los rayos y el estado de los frenos.
Por supuesto, el ciclista debe estar preparado para una jornada extenuante y extensa, por lo cual debe hidratarse con antelación e ingerir las suficientes calorías para cubrir el desgaste energético. Además, debe portar chocolates o barras energéticas que le regresen algo de energía durante la competición. El agua y la bebida isotónica no puede faltar. La hidratación es fundamental.
Sin embargo, el equipo de ruta y la asistencia durante la competencia ciclista también son esenciales para el éxito del deportista y para que la carrera se desempeñe de gran forma. Para tales fines, el ciclista y el grupo en general son seguidos por vans de asistencia, tanto médica como mecánica. Las empresas como Worksystem especialista en armado de vehículos técnicos, contribuyen a la configuración de estos transportes de asistencia.
Esta clase de vehículo puede armarse según las necesidades de la competición y la naturaleza del deporte. Para el caso del ciclismo, estos vehículos presentan camillas para asistencia médica de primer orden (no reemplaza a la ambulancia), que puede servir para trasladar al paciente a establecimientos médicos, en caso de necesitarlo.
Además, cuentan con equipos como escaleras, luces de emergencia, cuerdas de remolque y espacio suficiente para trasladar al deportista o su bicicleta en caso de accidente. Por lo demás, también pueden acarrear víveres, en caso de que se asista a un solo competidor, para hacerle llegar agua o comestibles durante la extensa jornada.
Asimismo, estos vehículos pueden utilizarse para demarcar con antelación la ruta correcta por la cual desplazarse (si es que el camino no es claro), o para delimitar las áreas donde el público puede situarse. Para esto, se utilizan señales con luces reflectantes o de colores intensos, para guiar de buena forma al deportista.
Finalmente, la asistencia puede involucrar mecánicos que contribuyan al mantenimiento del equipo de competición durante la carrera. Para esto, se llevan todos los equipos y las herramientas necesarias, a la vez que un profesional competente sigue en primera línea al ciclista.